Con el calor del verano, uno de los planes más apetecible es poder disfrutar de un refrescante baño en la playa. El problema lo encontramos aquellas personas que viajamos con perros, pero por suerte cada vez hay un mayor número de playas donde se pueden entrar con nuestras mascotas.
Ahora bien, puede que te surjan dudas sobre cómo organizar esa escapada a la playa en compañía de tu perro. Para disipar todas esas dudas, desde Purina han compartido una serie de consejos para que el día de playa sea todo un éxito.
Evita las horas punta de sol
A la mayoría de perros les encanta disfrutar de los rayos de sol y absorber Vitamina D, pero es recomendable intentar evitar de las horas donde este es más intenso y las temperaturas más elevadas, en concreto de 12h a 16h. De este modo, te asegurarás de que la temperatura corporal del perro no sea demasiado elevada y también evitarás posibles quemaduras en la piel.
¡Hazlo sentir cómodo! Que entre poco a poco al agua
Si quieres que tu perro disfrute del agua, es mejor que lo haga a su ritmo. Hay algunos que se meten al agua de forma instintiva, pero para otros puede ser algo traumático si los obligamos a entrar de forma directa. Para ello, los expertos de Purina recomiendan hacer juegos para que sea el propio animal el que vaya entrando de forma progresiva hasta sentirse cómodo.
Mantén una buena hidratación
Este es uno de los consejos más importantes a tener en cuenta. Antes de salir de casa, asegúrate de llevar un recipiente donde poder ponerle agua limpia y fresca. Procura también llevar sombrilla y aprovechar la sombra para descansar y recuperar fuerzas después del juego.
No os metáis al agua si hace mala mar
Es importante que cuando vayas a programar el día de la playa revisa la previsión del tiempo. Si ves que va a hacer mal tiempo, te aconsejamos que pospongas la salida para otro día. Además, al llegar a la playa fíjate en la bandera y en el oleaje para asegurarte de que sea seguro para ti y tu mascota estar en el agua. Si no es así, no tomes riesgos innecesarios y evita que tu perro se meta en el mar.
Evita que tu perro ingiera agua de mar o trague arena
Aunque a tu perro le encante jugar en la playa, vigila que no coma arena o beba agua salada, dado que ambas actuaciones pueden producirle problemas gástricos e intestinales como diarreas o vómitos severos que podrían acabar en visita de urgencia a tu veterinario.
Asegúrate de que esté identificado
como sabes, es obligatorio que tu perro lleve el chip identificativo, pero te recomendamos que siempre que salgas a la calle te asegures de que tu perro lleve el collar con sus datos para poder localizarte si se pierde. Si la playa donde vais a ir permite que dejes a tu perro suelto para que juegue y se divierta en el agua, procura que lleve el collar con el número de teléfono por si se perdiera.
Baño y chequeo
Una vez concluida la jornada, tu perro necesitará un baño para desprenderse de la sal y la arena acumulada. Si existe la opción, aprovecha el equipamiento de duchas para perros en la misma playa. Frótalo bien con agua dulce, y utiliza una toalla para el secado. De no ser posible la ducha in situ, espera a llegar a casa, y aprovecha la ocasión para bañarlo con su champú, realizarle un buen cepillado y revisar exhaustivamente sus orejas. Retira la arena y el agua que pueda haberse acumulado en ellas, con el fin de evitar infecciones cutáneas u otitis. Si observas que tu perro muestra algún síntoma de dolor en ellas a posteriori, no dudes en realizar una visita a tu veterinario.