El gato es sin duda la mascota de más difícil convivenvia con otras especies de menor tamaño, como aves o roedores. Aunque el instinto les impulse a apresarlos, su correcto adiestramiento permitirá la convivencia entre animales de distintas especies.
¿Amigos o enemigos?
En el gato el impulso de cazar es independiente del impulso del hambre, por lo que el gatito con la tripa bien llena de su suculenta comida de lata puede luego perseguir a un pajarillo en el jardín. Todos los gatos juegan con su presa antes de matarla, es un juego terrible en el que golpean, sueltan y vuelven a atrapar a su aterrada víctima. Y no es que el gato sea cruel, es un antiguo instinto que no puede dominar.
Si vemos a nuestro gato zarandear a un roedor pequeño no pensemos que está jugando con él, esta conducta puede hacernos creer que está jugando, pero en realidad es distinta del juego de coger y soltar la presa y no debe confundirse con ella, simplemente está inhibiendo su mordisco mortal para prolongar el placer de la caza.
La edad es un factor determinante en estas relaciones dentro del hogar, si el gato entró de muy cachorro y en la casa había ya hámsters es posible que aprenda a respetarlos. Hay casos de hámsters y gatos que se llevan muy bien. En todos los casos extremaremos las precauciones.