Muchos propietarios no quieren utilizar las dietas comerciales porque piensan que los ingredientes no son «naturales» y que se utilizan productos artificiales o de baja calidad. Prefieren entonces cocinar para el perro, en la mejor de las hipótesis, o alimentarlo con la misma comida que consumen ellos, considerando que si es la mejor para ellos lo será también para sus animales.
Evidentemente los alimentos frescos pueden suministrarse al animal, el problema surge cuando debemos conocer la proporción de los nutrientes y la cantidad que el perro necesita para satisfacer sus necesidades.
Las dietas comerciales representan una opción acertada. Estas dietas están formuladas por expertos en nutrición y contienen todos los nutrientes en forma y cantidad balanceada. De hecho estos alimentos son de alta digestibilidad (es decir que el animal los aprovecha al máximo). La diferencia de precio y calidad reside en la mayor constancia en la composición de los productos llamados «premium» de mejor calidad, y en su mayor digestibilidad. El animal puede consumirlos sin riesgos y el propietario no deberá convertirse en nutricionista para preparar cada día una ración equilibrada a su animal.
Entre los muchos productos que ofrece el mercado elegiremos un producto de buena calidad. Existen en el mercado calidades diferentes y el veterinario podrá aconsejarnos sobre las diferentes marcas y las más apropiadas para nuestra mascota.
