Cuando la mascota de un niño muere, éste siente dolor y tristeza, además de rabia, culpabilidad o miedo. Le parece injusto y, además, está lleno de dudas sobre la muerte. Por eso es necesario que le escuches, le consueles y le expliques con cariño que la muerte es algo natural y que lo importante es el amor que le tenía a su mascota. Si aún no lo sabe, infórmale con claridad y concisión. No intentes protegerle con explicaciones vagas o inexactas; le crearás confusión y desconfianza.
¿CÓMO DECÍRSELO?
Con 3 y hasta los 5 años, la muerte se entiende como algo temporal, por lo que debes incidir en que el animal ha dejado de moverse, de ver y oír y no va a despertarse más. Quizás el niño necesite escuchar esto varias veces.