Los perros, como nos sucede a nosotros, a veces no tienen un buen día y se levantan con dolores que no son capaces de expresar pero que hacen que nos demos cuenta de ellos e intentemos aliviarles.
El dolor más frecuente en los perros puede ser el dolor de barriga, que es también uno de los más fáciles de detectar. Quizás el primer síntoma a tener en cuenta es que el perro, al tocarle la barriga, la tenga más dura de lo normal. Eso puede ser porque el perro tenga estreñimiento y por eso le cueste trabajo comer o hacer vida normal.
Otro síntoma a tener en cuenta son los vómitos, que suelen darse consecuencia del dolor que tiene. En un principio no debemos alarmarnos sino tratarlo con cuidado aunque, si persisten los vómitos, si tendremos que acudir al veterinario porque puede ser otra cosa.