Ahora que estamos casi en verano, una de las mascotas que más se pueden ver en las tiendas de animales y que llaman la atención a los más pequeños, son las tortugas de agua, unas mascotas que, bueno, no hacen gran cosa, pero si que aprenden rápido si se le enseña algo.
Las tortugas, cuando las compramos en la tienda, salvo que sean grandes, son pequeñitas y necesitan un aporte diferente al que tiene una tortuga más mayor. Normalmente siempre compramos el bote de comida pero, en muchas ocasiones, te habrás dado cuenta de que no come y que no le hace gracia la comida. De hecho quizás hasta hayas cambiado la marca para ver si era ese el problema.
La razón es porque las tortugas pequeñas prefieren la carne a la comida que le das. Es decir, prueba a darle un pedazo muy pequeño de carne cruda, acercárselo a su boca y mantenerlo ahí unos segundos. Lo más seguro es que lo coja con la boca (después de echarse para atrás un poco). Esa alimentación es una de las que incluso puede llegar a salvarle la vida pues necesitan muchas proteínas y ha de estar muy bien nutrida para que, después, en invierno, hiberne sin riesgo para su salud.
