Hay veces en las que, con toda la ilusión del mundo, le traes a tu pájaro una pareja y se la metes en la jaula. A veces ves que se llevan bien, que no hay problemas pero, al cabo de los días, los oyes pelear y, lo peor de todo, uno de ellos tiene sangre. ¿Qué haces?
Pues lo primero de todo será separarlos. No quiere decir que no vayamos a poder tenerlos juntos. No es cierto, pero ahora mismo tu prioridad es curar a ese pájaro la herida que le haya hecho el otro y, sobre todo, el miedo que puede tener. Has de mirar bien dónde lo ha herido e intentar curarlo con una gasa y un poco de betadona para que no le duela ni se le infecte. Debes dejarlo unos días sólo en la jaula para que esté tranquilo y no se asuste (porque normalmente en esos momentos el pájaro se siente muy mal por lo que ha pasado, más si era el dominante y se ha visto vencido).
En cuanto se recupere tendrás que ir dejando a los pájaros que pasen tiempo juntos, pero sin estar en la misma jaula (o separada por una rejilla para que no puedan atacarse). Si todo va bien al final harán pareja.
