Lo primero es elegir un emplazamiento que sea fácil de limpiar, ya que es muy importante mantener el hogar de nuestro cachorro en perfecto estado. Debemos evitar la madera como material principal porque es bastante sucia, nuestro material debe ser de fácil limpieza y a ser posible que no tenga excesivas rugosidades en las que pueda quedarse incrustada suciedad o pueda haber nidos de parásitos o pequeños roedores que generarían enfermedades a nuestro perro.
Podemos usar serrín para el suelo, siempre y cuando limpiemos la zona al menos una vez al día para que no se cree una zona húmeda que podría ser foco de infecciones para el animal. En cuanto el techo puedes utilizar cualquier material, siempre que sea impermeable para que proteja de la lluvia u otras inclemencias del tiempo.
Es importante que dediques una zona a comedero que habrá que limpiar varias veces cada día, porque seguramente tu mascota derramará agua cuando beba o dejará restos de comida por el suelo y limpiar todo eso a menudo es importante para la higiene y salud de la mascota.