En los últimos días les enseñamos algunos de los consejos más útiles que existen a la hora de tener que bañar un perro, y si bien la mayoría de las personas que tenemos este tipo de mascotas más o menos nos las rebuscamos, en el caso de los gatos la tarea se vuelve un poco más difícil, ya que se trata de animales que son un poco más reacios, tanto al contacto con los seres humanos, como al contacto con el agua, principalmente.
Por este motivo, no podemos dejar de destacar que existen ocasiones en la que los gatos deben ser bañados, aunque creas que nunca es así. De hecho, si bien está claro que bien los gatos son animales muy limpios, a veces suelen llenarse el pelaje de polvo, sobre todo cuando estamos construyendo en la casa, o realizando cualquiera tarea de mantenimiento que proponga suciedad a cada paso.
Además, cada cierto tiempo también conviene bañar a tu mascota, debido a que se producen algunas situaciones normales en su vida, como por ejemplo las secreciones, la descarnación de la piel y el pelo muerto que se van acumulando sobre su pelaje, y por eso conviene mantener estos cuidados cada vez que sea necesario.
Por otro lado, si nunca has intentado bañar a tu gato, debes considerar que se puede llegar a tratar de una actividad que a final de cuentas le guste, ya que eso depende de la actitud del felino, además de cuánto lo hayamos acostumbrado a bañarlo mientras era cachorro. Por ello, en caso de que tu gato sea naturalmente un poco agresivo, y nunca lo hayas bañado, te recomendamos que consultes con un especialista sobre la conveniencia de hacerlo.
Para finalizar, en tanto, piensa que para bañar a un gato se necesita al menos una hora del día, por lo que puede ser mejor que esperes al fin de semana para hacerlo, además de que como puede llegar a intentar escaparse, conviene que tengas todos los elementos necesarios a mano, como el champú o la toalla para secarlo. Acariciarlo mientras lo bañas también puede ser muy bueno para calmarlo si se pone tenso.