Si por fin te has decidido a tener una mascota y ésta ha sido una ardilla, ahora quizás te toca la parte más difícil y es ir a la tienda (o tiendas, depende de si vas a mirar varias) y escoger la ardilla que quieras.
A simple vista todas las ardillas son iguales entre sí pero hay algo que tienes que tener muy en cuenta: hay una ardilla para cada persona que quiere una, sólo hay que fijarse.
A la hora de comprar una ardilla has de fijarte en lo siguiente (lo que quiere decir que requiere su tiempo así que ve con tiempo a la tienda para poder observarlas un rato):
- Movimiento de la ardilla. No es bueno comprar una ardilla que esté dormida o tumbada porque no sabemos si tiene alguna enfermedad. Las ardillas deben moverse, ser activas, aunque sin pasarse.
- Socialización. Con esto nos referimos a que no nos tengan miedo. Si te acercas a la jaula y alguna ardilla se acerca a ti, le das alimento y te lo coge, no lo dudes, ésa es tu ardilla. Es una ardilla con una base ya aprendida y es no tener miedo a los humanos con lo que su socialización (y las posibilidades de sacarla de la jaula, jugar, etc. son altas).
- Vigila que no tenga nada herido o restos pegados. Cualquier herida puede suponer una infección y acabar muerta.
