En Hungría, su país de origen, al Kuvasz se lo suele denominar el Perro niñera, ya que las madres campesinas cuando salían a trabajar al campo, dejaban a sus hijos al cuidado de este gran perro blanco. A lo largo de su antiquísima historia fue protector de rebaños contra el ataque de lobos y de cazador de montería. Con el avance de la modernidad, su actividad se concentró en la guarda de casas y propiedades.
Así, la evolución en la raza ha logrado que el Kuvasz sea hoy un perro familiar por excelencia. Si bien puede vivir en las ciudades, su necesidad de espacio y ejercicio señalan como ideales las casas donde pueda moverse y estar en contacto con la naturaleza. Lo antiguo de su historia y su pasado de cuidador de ovejas, hacen de él un perro valiente, calmo y con tendencia a tomar decisiones por su cuenta. Es muy inteligente y, aunque no lo demuestre de inmediato siempre termina comprendiendo qué se espera de él y obrando en consecuencia. Paciencia, limites daros y afecto son las claves para una educación exitosa. Por completo contraproducente resulta la educación por castigo.
Cuidados
En la actualidad los alimentos balanceados de calidad son lo ideal para su alimentación. Con todo, cada tanto, un trozo grande de carne con cartílago o un hueso grande (no de pollo pues se astilla) serán bien recibidos por el Kuvasz y ayudarán además a fortalecer la mandíbula y mantener los dientes limpios. No es necesario bañarlo, pues los aceites naturales que presenta su dermis mantienen el pelo siempre limpio y suave. Basta con una buena cepillada semanal para mantenerlo en óptimas condiciones.
Lo básico
Talla: Machos, 71-76 cm. Hembras, 66-70 cm. Peso: Machos, 48-62 kg. Hembras, 37-50 kg. Pelo: Moderadamente duro, ondulado, algo rígido, sin tendencia a enmarañarse. Colon Blanco. Los tonos marfil están autorizados.
Fuente: Mis mascotas.