Como ya has visto en nuestro espacio, existe toda una amplia variedad de razas de gatos. Cada una diferente y cada una con sus características que la diferencian de los otros gatos. Hoy te contamos sobre el gato himalayo, su nombre deriva del parecido del color del pelo con el del conejo de Himalaya. Y tiene un cierto aire noble y elegante, resultado de sus dos distinguidos orígienes, pues es un cruce de gato siamés con persa.
Esos orígenes delinean la apariencia del gato himalayo. Tiene rasgos similares al persa y es coloreado como los gatos siameses, son pues bellos ejemplares que resultan en su aspecto muy elegantes. Los primeros gatos himalayos se originaron en Suecia hace más de tres décadas. Entre sus rasgos persa se encuentran el aspecto macizo, el cuello corto y ancho, la cabeza redonda, el hocico chato y ancho, orejas pequeñas e inclinadas y el cuerpo ancho de patas cortas.
Pero siendo que el gato himalayo, es también origen siamés, lógicamente tiene rasgos de sus antecesores, como las puntas coloreadas y los ojos azules de un intenso muy hermoso. Usualmente son en color gris foca, azul o lila, todos ellos manchados. Como mascota es un gato amigable e inteligente que no maulla y se conforma con un pequeño espacio para vivir.Es un buen cazador y se le considera un gato cordial y bien adaptado para jugar con los niños y vivir en familia.
Por demás, es un gato himalayo, que requiere los mismos cuidados que el resto de sus parientes, vacunas y buena alimentación, un poco de ejercicio, y claro espacio para descansar y jugar. Como todos los gatos no es especialmente extrovertido pero encuentra alegría en los juegos. Es perfecto para las familias con niños pequeños, pero hay que educar a los niños sobre los juegos con los gatos como se haría con cualquier mascota.
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