Debemos hacer una distinción entre complementos alimentarios que deben añadirse al alimento para suplementario en periodos o necesidades particulares del animal, y alimentos que se añaden a su ración de pienso para que el animal lo encuentre más sabroso.
Normalmente las dietas comerciales de buena calidad, contienen todos los elementos que el animal necesita sin que se le deba añadir nada. Es evidente que el animal preferirá comer «bocaditos», por ejemplo de queso, embutido, dulces, pero absolutamente no los necesita y hasta pueden suponer un daño. Merece la pena recordar que también los complementos nutricionales deben ser utilizados con cuidado. En particular la idea de que el calcio favorezca el desarrollo correcto de las orejas y contribuya a que crezcan rectas también es una creencia que no tiene fundamentos científicos.
Además, las orejas están constituidas por cartílago y no por hueso y por lo tanto no fijan el calcio. Las vitaminas deben suministrarse bajo control veterinario, así como los complementos para el correcto desarrollo del cartílago o para el pelo. Si el perro no sufre particulares carencias y tiene buena salud, no necesitará nada más que su pienso, esto sí, de óptima calidad.