Si te gustan los felinos, seguramente ya sabrás que los gatos esfinge constituyen una de las razas más extrañas a la hora de escoger una de esas mascotas, y por eso mismo en esta ocasión queríamos enseñarte algunas de sus curiosidades más destacadas. Eso, teniendo en cuenta que un ejemplar de esta especie puede costar alrededor de miles de euros, y que por sus propias características, cuidarlo es mucho más difícil que para otros.
Curiosidades de los gatos esfinge
Los gatos esfinge, también conocidos como “Sphynx”, cuenta principalmente con un aspecto estético que los diferencia de forma notable de otros tantos que podemos encontrar, de la mayoría de las demás especies de gatos de hecho. Y es que particularmete los gatos esfinge no tienen pelaje, siendo también que sus cuerpos parecen más fornidos que los de otras especies, e incluso tienden en muchos casos a ponerse rechonchos.

En su momento, los gatos esfinge fueron adorados por otras civilizaciones por su aparente ausencia de pelaje que mencionábamos, aunque con el paso del tiempo los científicos pudieron confirmar que en realidad sí cuentan con la protección de un pelaje. La diferencia con las demás razas es que en este caso el mismo resulta extremadamente fino, corto y parejo, e incluso no llega a modificar el color de fondo de la piel, así que da la sensación de no existir.
Ahora mismo, los gatos esfinge no son tan exclusivos como supieron serlo, porque de hecho hay otras dos razas que comparten esta característica de no tener pelaje aparente, en los casos del Peterbald y el Don Sphynx. Muchos creerían que este tipo de razas tienen que quedarse dentro de la casa, pues resultan frágiles y pueden tener problemas de salud rápidamente, aunque la experiencia indica que no es así en lo absoluto.
¿Te gustaría tener uno de estos gatos esfinge?