Los gatos suponen casi el 50% de las mascotas de los hogares, según la I Encuesta de Bienestar Animal de AniCura. Este tipo de animales destacan por su carácter independiente, pero es importante jugar con ellos para garantizarles un mayor bienestar. También es importante verificar que orina y defecan con regularidad, además de proporcionarle la comida adecuada y asegurarse de una correcta hidratación, más aún en verano.
Se estima que los gatos consumen unos 50 ml por cada kilo de peso, y aunque pueda parecer una cantidad reducida, en ocasiones resulta complicado de alcanzar si no se les estimula.
Haz juegos de agua con tu gato
Para ayudar a los felinos en la tarea de hidratarse, sobre todo en verano, se puede jugar con ellos cambiando de ubicación los puntos de agua, añadiendo nuevos durante las noches de calor o poniendo cubitos de hielo en los bebederos. De este modo, se sentirán más atraídos y querrán beber más.
“En el caso de los bebederos, les suele resultar atractivo tener más de uno en casa, para mantenerse activos y que el momento de beber sea agradable para ellos. Además, existen fuentes en las que el agua está continuamente en movimiento, manteniendo así el agua más fresca, sobre todo en época de calor”, comenta Paloma.
Los gatos también pueden ingerir agua de manera indirecta a través de alimentos húmedos y semihúmedos. “En casos más severos, cuando es importante asegurar una correcta ingesta de agua, como puede ser en casos de enfermedad renal, existen medidas como geles o gelatinas que ayudan a mantener un buen estado de hidratación en el gato”, comenta Paloma, quien recuerda que, para mantener una correcta salud dental, es importante combinar estos alimentos húmedos con secos.
Signos de alerta por deshidratación
La deshidratación en gatos puede generar problemas que afectan a diferentes partes de su organismo. Por ejemplo, la falta de apetito puede derivar en desnutrición, además de producir alteraciones en la frecuencia cardíaca, el comportamiento o el estado mental. También, se pueden producir cambios a nivel urinario, que derivan en problemas renales como cálculos renales y cristalización de la orina, que provoca dolor e infecciones.
“Algunos indicadores que pueden sugerir que nuestro gato está deshidratado es el aspecto de las mucosas, ya que puede darse que la mucosa oral esté muy reseca o que, tras tocarla, tarde en volver a su color normal; el pliegue cutáneo, pues normalmente un retraso en volver a su posición normal puede indicar deshidratación en mayor o menor grado; y los ojos con un hundimiento muy marcado”, comenta Paloma Ballester. En caso de identificar síntomas de deshidratación, es esencial acudir a un veterinario para que realice las pruebas y procedimientos pertinentes con el fin de llegar a un diagnóstico para normalizar el estado de hidratación.