Mi perro cojea, ¿qué hago?

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¡Señor, mi perro cojea! Esa es una de las consultas más frecuentes con las que tiene que lidiar día a día un veterinario. Seguro que si tienes perro o gato te habrás dado cuenta alguna vez que, bien por una mala postura, una caída o cualquier otra situación, tu perro ha empezado a cojear de una pata. A veces es algo que no se llega a notar porque anda normal, pero, cuando es correr, el perro no apoya la pata y corre sólo con tres.

En la mayoría de los casos el dolor es lo que hace que los perros no apoyen la pata y muchas veces dejamos pasar unos días antes de llevarlo al veterinario para que lo revisen sin embargo, hay veces en las que eso no es lo mejor.

Mi perro cojea
Fuente: pixabay.com

Si tu perro se queja de alguna de sus patas hay que revisárselas y esto quiere decir palpar dónde tiene el dolor. El perro lo manifestará, bien chillando, o bien mordiéndote cuando te acercas al lugar que le duele. El veterinario es el que puede determinar si es algo grave o no (por ejemplo, en los perros pequeños que suelen tener problemas en sus patas (tipo Yorkshire) puede ser un problema si el dolor viene de la cadera o la rodilla).

El tratamiento que suelen ponerle es el de una inyección antiinflamatoria y una revisión a las 48-72 horas para ver si ha desaparecido el problema. Si no es así suelen hacerse radiografías y análisis para determinar el problema. Así se solucionarán los típicos casos de «mi perro cojea» que tanto frecuentan las clínicas veterinarias.

Mi perro cojea
Fuente: pixabay.com

A continuación, te mostramos las posibles causas de la cojera de un perro.

Posibles causas por las que mi perro cojea

Objeto clavado

Una de las causas más frecuentes de que la gente vaya al veterinario y les exclame: ¡Señor, mi perro cojea!, es que tengan algún objeto clavado en la pata. Si eres de los pasean al perro por el campo o por el bosque, es muy posible que se haya clavado alguna ramita, una piedra, una espina… También es muy probable que se haya rozado con algo similar. Son muy frecuentes las visitas al veterinario porque el perro se ha hecho un corte con alguna planta seca, o algún objeto que había por donde pasea.

Con esto no estamos queriendo decir que pasear a tu perro por la ciudad sea más seguro. Hay muchas personas indecentes, por no llamarlas de otra manera, que arroja vidrios al suelo (como botellas o vasos) que más tarde tu perro se puede clavar.

En el caso de que el perro tenga algo clavado, te recomendamos que, si es visible, intentes quitárselo tú mismo con unas pequeñas pinzas. No olvides desinfectar la herida después con algo de alcohol o agua oxigenada. Si no eres capaz de retirar el objeto de la herida, o la herida es muy profunda, acude a un veterinario.

Hueso roto

Como bien sabes, a los perros les encanta pasear. Es su mayor diversión, sobretodo si los sueltas para que corran y jueguen con otros perros. Al estar tan emocionados jugando o corriendo puede darse que se rompan algún hueso sin que ellos, en ese mismo instante, lo noten. Si el can se ha roto un hueso, verás que, al cabo de un rato no apoya la patita en el suelo y lo más probable es que se queje cuando le toques la zona.

Si sospechas que tu perro puede tener un hueso roto, acude urgentemente a tu veterinario. Los especialistas son los únicos capacitados para fijar la fractura de tu perro y así, contribuir a su pronta recuperación. Nunca intentes curarlo por tus propios medios.

Mi perro cojea
Fuente: pixabay.com

Esguince o dislocación

También es muy probable que con las carreras y los juegos, tu perro haya podido sufrir un esguince o una dislocación. En el caso de lo primero, es muy común que pase y lo notarás porque el animal no apoya la pata y además la tiene hinchada y blanda. Para reducirle las molestias al perro, lo suyo es intentar bajarle la hinchazón mediante una compresa empapada de agua fría alrededor del miembro herido, o bien con hielo.

En el caso de ser una dislocación, es mucho más grave. Llamamos dislocación cuando un hueso se ha salido de su lugar debido a un golpe o a una lesión. Es peligroso puesto que puede dar lugar a hemorragias internas, así que debe tratarse de manera inmediata.

Si no sabes distinguir dichas afecciones, acude a tu veterinario para que le diagnostiquen y así, solventar el problema.

Quistes interdigitales

Mucha gente que llega al veterinario con su perrito, diciéndole: – Oiga, mi perro cojea, suele ser debido a que el can tiene quistes interdigitales. Muchas razas de perro son propensas a este tipo de quistes y, pueden llegar a infectarse por la presencia de distintas bacterias. Se caracteriza porque, el animal cojea, su piel tiene un tono rojizo y le duele bastante.

Si tu perro es propenso a dichos quistes, acude al veterinario para que te indique qué tratamiento seguir. La mayoría de los casos se soluciona con antibióticos, pero es mejor que acudas a un especialista.