Hay muchas mascotas que han pasado a la historia por sus servicios en el ejército o en los avances científicos. Ya os hablamos hace tiempo de William d’Orange o de Laika. Hoy os contamos la terrorífica historia de Nigger, un perro que fue la mascota del Escuadrón 617 durante la Segunda Guerra Mundial. Este perro acompañaba a menudo en sus vuelos a Guy Gibson, comandante de aviación y está enterrado en la base aérea de Lincolnshire.
Se cuenta que el perro murió atropellado el 16 de mayo de 1943, momentos antes de la Operción Chastise en la que la aviación británica atacó las bases alemanas en el Valle del Ruhr. A estos aviones se les conoció como «destructores de presas» por los daños que hicieron durante el ataque.
La cuestión es que Guy Gibson tuvo que pilotar uno de estos aviones, por lo que no pudo encargarse de dar sepultura a su mascota como él hubiera querido. Por ello, dejó instrucciones a los miembros de su compañía para que procedieran a enterrar al animal.
Sin embargo, parece que este labrador sigue buscando eternamente a su dueño, porque hay quien asegura que han visto a un perro negro paseando en los alrededores de la base. Un perro negro que aparece y desaparece con frecuencia y que nadie sabe de dónde proviene.
La primera vez que se vio fue en febrero de 1952, cuando un camarero que trabajaba en la base dijo haber visto el fantasma de un animal negro allí. Incluso hay documentos gráficos que alimentan esta leyenda negra. Una foto tomada en la década de los 80 cerca de donde se ubica la tumba del animal muestra a un coro de niños y un perro en el medio. El fotógrafo aseguró que el perro apareció y que no se movió hasta que se hizo la foto. Después, el labrador negro se fue y nunca más se le volvió a ver… Aquí tienes la foto en cuestión. ¿Qué te parece, una mancha, un perro real o un espíritu?
Fuente: Thevigilantes