Las palomas mensajeras han sido un instrumento de comunicación muy útil a lo largo de los años. Tan útiles que han llegado a salvar la vida de miles de personas al llevar un mensaje en el momento adecuado hasta sus receptores. Una de las palomas más célebres de la historia es Guillermo of Orange, un palomo soldado del servicio secreto británico que llegó a ser condecorado por sus servicios a la patria.
Y es que gracias a su labor, Guillermo salvó a más de 2.000 soldados en la batalla de Arnhem, en la Segunda Guerra Mundial. Por esta hazaña, el «soldado» fue condecorado con la XXI Medalla Dickin,una distinción que se otorga a los animales por sus acciones destacadas en época de conflictos bélicos. Este reconocimiento comenzó a darse en 1943 y hasta el momento tan sólo 63 animales la han recibido de manos del alcalde de la ciudad de Londres. La medalla fue ideada por Maria Dickins, fundadora del Sanatorio popular para animales enfermos, o PDSA, como se conoce por sus siglas en inglés.
A pesar de lo complicado de la misión, ya que las tropas alemanas habían rodeado a las fuerzas aéreas y prácticamente anulado sus comunicaciones, Guillermo de Orange fue lanzado a las 10:30 del 19 de septiembre llegando a su destino, a 400 kilómetros tan sólo cuatro horas después, alertando a los soldados del peligro. Fue uno de los pocos palomos-soldado que regresaron a Reino Unido durante esa batalla.
Y es que la paloma mensajera demostró la utilidad que tienen estos animales para las comunicaciones entre las personas, a pesar de contar con avanzados sistemas de telecomunicaciones. El entrenamiento de estos animales es arduo, pero cuando aprenden a volar se convierten en verdaderos carteros capaces de llevar mensajes a muchos kilómetros de distancia.