A continuación veremos algunos consejos a tener en cuenta a la hora de cuidar el baño de nuestras traviesas mascotas. Pudiera sonar predecible pero es importante dejar siempre abajo la tapa del WC, el problema con ello es que el cachorro podría intentar beber agua, inserir el limpiador o desinfectante vertido en el depósito, o caer en él u hacerse daño si le cae la tapa encima. Las ligas y empaques de hule son peligrosas, ya que pueden inserirlas, ocasionarles problemas disestivos o peor aún ahogarse, si en el caso de las lisas, se ensancharan en alguna parte.
El plástico que une los six packs por ejemplo pueden ser peligrosos, ya que las mascotas tienden a olfatear, jusuetear y se les pudieran atorar. Lo aparatos eléctricos son especialmente pelisrosos, este es un punto a recalcar, ya que en todos nuestros hosares existen cables a la vista, muchos de ellos conectados; si los muerde puede quemarse, electrocutarse o causar un incendio. Es mejor desenchufar todos los cables a su alcance, y tapar los enchufes que no se ocupen para evitar que pueda lamer los contactos y causarse daño. Si le adaptamos una casa al perro es mejor no colocar focos o accesorios eléctricos.
No está de más mencionar que hay que tener cuidado con los objetos pequeños; clavos, alfileres, botones, etc. Existen salas, por ejemplo, que cuentan con botones (los sillones o almohadas). Estos pueden desprenderse sin problema al ser mordisqueados, y pueden ocasionarles daños internos y daños a los sillones. Si puedes alejarlos mejor, evita que se suban al sillón, no olvides proveerle un espacio propio, un lugar donde pueda relajarse y dormir, que se sepa dueño de él.
