Cuando llega el invierno, algunos estanques se recubren de escarcha y llegan a congelarse en su superficie. Los peces que viven ahí, aunque parezca mentira, suelen sobrevivir al frío invierno. En su mayor parte son carpas doradas que son resistentes al frío y, aunque nos parezca cosa de magia, una vez que todo vuelve a una temperatura normal allí están ellas, nadando tan panchas. De hecho, son capaces de aguantar vivos hasta a 196 grados ¡bajo cero!
Esto es posible gracias a que estos animales desarrollan un anticongelante natural que evita que las células se congelen y mueran por el frío. Sin embargo, como es natural, tampoco pueden soportar temperaturas extremas durante mucho tiempo.
Es sorprendente que incluso puedan llegar a vivir después de ser congelados en nitrógeno líquido, como se puede observar en el vídeo que os ponemos a continuación. Gracias a que su anticongelante actúa rápido, lo único que se congelan son las escamas exteriores, con lo que si lo volvemos a meter en agua a temperatura natural, rápidamente se «descongela» y vuelve a nadar como si nada.
Por lo que pueda pasar una vez que veas este vídeo, ya te adelantamos que NO es nada recomendable que lo hagas en casa. Porque si el pez pasa demasiado tiempo en el nitrógeno líquido podría congelarse de verdad y morir. O si por un casual se te escapa y cae al suelo, podría quebrarse como si fuera de porcelana. Así que no intentes reproducir este experimento por el bien de tus mascotas.
Fuente: Cooking ideas