Si algo está claro, es que la fidelidad es la cualidad que más despunta entre los perros. Y no es para menos: los perros y los humanos llevamos más de 40.000 años conviviendo y trabajando al unísono.
Y es que, además de ser nuestro compañero de vida y el ser que más se alegra cuando entras por casa, son también unos fieles compañeros de trabajo. Pero ya indagaremos más tarde sobre ese tema.
Un amigo fiel
Nuestra historia se remonta a Siberia, lo dicho hace unos 40.000 años. Momento en que el abuelo del lobo y el perro (una especie que se debía asemejar bastante al Husky siberiano) entró en contacto con el neandertal. Y, poco a poco, se domesticó y se empleó para tareas tan esenciales como la caza o, una vez instaurada la vida sedentaria y no nómada, como perros pastores, cuidando y protegiendo al ganado.
Por su parte, hoy en día los perros, a parte de ser unas muy queridas mascotas, también ayudan en el día a día de muchas personas. Sin ir más lejos, las personas invidentes -muchas veces- tienen un perro guía, el cual les ayuda a desplazarse por la ciudad.
Asimismo, recursos materiales como casas o, incluso, personas que se encuentran en una situación de riesgo (por ejemplo, mujeres que han sufrido maltrato) tienen perros guardianes; los cuales les proporcionan protección y seguridad.
Y es que nuestro mejor amigo, además de eso, se trata del compañero más fiel en el mundo laboral. De hecho, son muchas las profesiones en las que estos canes están presentes. Y a ti, ¿te gustaría especializarte en el mundo canino y laboral? En la escuela de negocios de Euroinnova tienes este máster de etología canina, así como el siguiente máster terapia asistida con animales. ¡Descúbrelos!
El perro, también como compañero de trabajo
Sí, son muchas las profesiones donde el mejor amigo del hombre está presente. Sin ir más lejos, todos estamos pensando en ese “policía diferente” llamado Rex. Y es que las unidades caninas en los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado son súper importantes.
Por ejemplo, se encargan de buscar desaparecidos entre escombros, tras catástrofes naturales; también, los perros son muy importantes en la lucha contra las drogas. Su olfato detecta lo que, de primeras, es imperceptible para el ser humano.
No obstante, queremos destacar los tipos de terapias con perros; las cuales benefician, día a día, a muchísimas personas.
La terapia con perros
Está demostrado que la terapia con perros es muy beneficiosa para las personas mayores, con discapacidad o aquellas que presentan enfermedades, relacionadas con la salud mental; entre otros.
Los perros ayudan a mejorar las habilidades sociales, así como fomentar la comunicación. A continuación, ejemplos de tipos de terapias con perros:
Pacientes hospitalizados
Sí, existen perros de terapia en hospitales. Estos animales son empleados como un recurso terapéutico más y muy beneficiosa para, por ejemplo, niños hospitalizados.
Además de mejorarles el estado de ánimo o, incluso, la depresión; estos perros les hacen compañía y también les motivan para -en la medida de lo posible- practicar ejercicio (aunque sea andar por el pasillo del hospital).
Niños con autismo
Para los niños TEA, niños dentro del Trastorno del Espectro Autista, les es muy beneficioso estar en contacto con estos animales. Es cierto que todo dependerá del grado de autismo que presente la persona.
Pero, sobre todo, para aquellos que no disponen de una comunicación verbal, que tienen falta de empatía o que les cuesta relacionarse; este tipo de terapia les es muy positiva.
Personas con diabetes
Finalmente, cabe destacar que hay perros entrenados para detectar el nivel de azúcar de sus dueños. Esto es muy interesante para las personas diabéticas. ¿Por qué? Porque si el perro sabe que la persona está con el azúcar bajo, empieza a ladrar y a alertar su dueño.
Queda demostrado que el perro es el mejor amigo de las personas sí; pero también el mejor compañero de trabajo.