Los que tenemos perros sabemos que, en algún momento de su vida, el perro nos ha mordido, a veces como un juego, otras porque hemos hecho algo o provocado ese comportamiento en él, y otras, pocas veces, como una reacción incontrolable que tiene el perro y que incluso llega a asustar al propio animal.
Normalmente los perros suelen morder cuando se sienten amenazados por algo pero no viene como una reacción que salta sino que hay unos avisos como las amenazas, gruñidos y después es cuando viene la mordida. Es una forma de avisar de que no está contento… Salvo que lo pillemos de golpe.
Algunas veces los perros muerden sin avisar antes pero eso se da cuando realmente les hacemos daño. Por ejemplo, si el perro está dormido y pisamos sin querer su pata, el perro reacciona chillando pero también mordiendo como primera reacción, lo mismo si le tocamos en una parte que tiene mucho dolor.
Así, el perro utiliza la mordida como una forma de defensa de su territorio y su persona. Por supuesto, hay que educarlo para que los ataques no sean constantes ni tampoco se produzcan.