Atender a una mascota herida no es fácil porque puede agredir inconscientemente a su dueño. A continuación veremos las situaciones más comunes y como debemos actuar en cada caso:
Fractura: lo idea es inmovilizar la zona perjudicada, siempre que el accidente lo permita. Si hay hemorragia, convendrá hacer torniquete y llamar de inmediato al veterinario.
Intoxicación: deberá inducir el vómito con agua tibia y sal, salvo que haya ingerido un ácido fuerte.
Herida o corte: lleva al veterinario para que lo limpie y controle si es necesario poner una venda.
Mordedura: las de perro, aunque tengan la vacunación, correspondiente al día, deben ser atendidos sin excepción. Lava la zona lastimada con abundante agua y jabón neutro de inmediato. Arrastra con un cepillo hacia afuera de la herida todo el rastro de saliva del animal. Si es posible, lleva a la mascota a un centro de observación. Las mordeduras en el cuello o en la cara son las más peligrosas. El período de incubación de la rabia oscila entre los 20 y 60 días.
