jueves, febrero 20, 2025
InicioNoticiasRentokil Initial y la Solución a los Problemas de la Procesionaria: Diferencias...

Rentokil Initial y la Solución a los Problemas de la Procesionaria: Diferencias con Otras Orugas

La procesionaria del pino, científicamente conocida como Thaumetopoea pityocampa, ha adelantado su habitual descenso de los pinos este año, despertando una creciente preocupación en varias regiones de la península ibérica. Este cambio en su ciclo de vida se atribuye al impacto del cambio climático, que ha propiciado que las orugas comiencen su actividad antes de lo esperado. Este insecto, reconocido por su característica marcha en fila india, no solo es responsable de dañar significativamente los pinares, sino que también supone un riesgo elevado de provocar reacciones alérgicas severas en seres humanos y animales, especialmente en perros. Los pelos urticantes de la procesionaria pueden causar desde complicaciones respiratorias hasta necrosis en tejidos sensibles de las mascotas que accidentalmente entren en contacto con ellas.

Las provincias de Málaga, Zaragoza, Valencia, Madrid y Tarragona han sido algunas de las más afectadas, donde los equipos de control de plagas se encuentran trabajando intensamente para mitigar los efectos de lo que parece ser una primavera anticipada. La presencia de estas orugas no solo debilita los árboles al consumir sus hojas, sino que también los deja más expuestos a otras plagas y enfermedades, afectando así a todo el ecosistema.

No obstante, no todas las orugas representan un peligro. Algunas especies, como la oruga de los prados (Ocnogyna baetica) y la polilla arlequín (Epicallia villica), son inofensivas para las personas y los animales. La identificación adecuada de estas especies es crucial. La oruga de los prados, con su distintivo color marrón oscuro y aspecto lanoso, habita principalmente en el sur de la península, mientras que la polilla arlequín, conocida por sus colores negros con manchas naranjas, suele frecuentar praderas y matorrales.

La diferencia entre la procesionaria del pino y otras orugas es vital para prevenir incidentes. La procesionaria se caracteriza por un color marrón oscuro con pelos anaranjados y grisáceos, y suele estar presente en los pinares mediterráneos donde se refugia en nidos durante el invierno. Sin embargo, los cambios climáticos han alterado su patrón habitual, obligándolas a descender antes de lo previsto, lo que incrementa el riesgo de contacto con humanos y mascotas.

Iñigo García Uriarte, responsable del Centro de Excelencia de Aves y Fitosanitarios de Rentokil Initial, subraya la importancia de implementar medidas de control continuas a lo largo del año para manejar la población de procesionarias de manera efectiva. Recomienda el uso de trampas físicas en los árboles durante la primavera para capturarlas y minimizar el daño. Además, insta a la ciudadanía a conocer las características de las diferentes orugas para evitar situaciones peligrosas y notificar a las autoridades sobre la presencia de procesionarias, lo que permitirá una intervención profesional que salvaguarde la salud pública y el bienestar de las mascotas.

ARTÍCULOS RELACIONADOS

Más populares