Como lo oyes. En Rusia, un matrimonio tiene como mascota ni más ni menos que a un zorro, y no son los únicos.
Un zorro que, lógicamente, por su naturaleza es un animal salvaje y que seguramente no lo pasará nada bien viviendo en cautividad.
De hecho, muchas asociaciones en defensa de los animales están totalmente en contra de este tipo de prácticas, puesto que atentan contra los instintos naturales del animal, que están relacionados con la vida en la naturaleza y en libertad.
Pero sin embargo, sus dueños aseguran que el destino que le esperaba a este animal era mucho peor: morir para ser convertido en un abrigo.
¿Qué opinas tú? ¿Crees que un zorro puede ser feliz en un piso?
Vía| Diario de bergantinos